¿Qué es una batería LFP?

2022-07-23 04:44:25 By : Ms. Joy Zhang

La batería LFP es una batería de litio-ferrofosfato; es decir, una batería de ion-litio con un cátodo de fosfato de hierro-litio (LiFePO4) de tipo recargable. Este tipo de baterías tienen una densidad energética ligeramente inferior a las baterías de LiCoO –óxido de litio cobalto-, que son algo más comunes y se utilizan para multitud de dispositivos electrónicos. Pero la batería LFP presenta una durabilidad hasta 10 veces mayor, ofrecen más potencia y además son más seguras.

Por estas características de la batería de litio-ferrofosfato, conocida también como batería LFP, su uso se está extendiendo en los coches eléctricos. Desde el año 1996 son conocidas las ventajas de este tipo de batería en términos de coste –más bajo-, por su elevada seguridad, gran rendimiento, buena capacidad específica y reducida toxicidad, además de la abundancia del hierro. Sin embargo, desde que en aquel año se publicaran los primeros datos clave por parte de John Goodenough, en la Universidad de Texas, se encontró un problema de baja conductividad eléctrica. Con el tiempo, esta problemática se ha resuelto reduciendo el tamaño de las partículas y revistiéndolas con materiales conductores como el carbono, así como usando aluminio, niobio y zirconio para optimizar su funcionamiento.

Las baterías LFP se basan en una química que parte a su vez de la tecnología litio-ion, y ese es el motivo por el que heredan parte de sus ventajas, pero también de sus inconvenientes. En lo específico de las baterías de litio-ferrofosfato, y frente a otras baterías de ion-litio, su química permite conseguir una mayor durabilidad. Gracias a esto, un coche eléctrico con batería LFP puede mantener sus prestaciones, como la autonomía, a lo largo de un mayor kilometraje. La degradación de sus capacidades es menor que la que afecta a otras baterías de ion-litio. Por otro lado, tienen un voltaje de descarga muy constante, cercano a los 3,2V, hasta su descarga completa.

Lo anterior, el hecho de que el voltaje de descarga se mantenga hasta que la pila está completamente vacía, simplifica la circuitería de regulación de voltaje hasta el punto de que, en algunos casos, se elimina incluso por completo. Además, su salida nominal de 3,2V simplifica conseguir un voltaje de 12,8V nominal con tan solo una serie de cuatro celdas. Y este voltaje es prácticamente el mismo que el de una batería de plomo de seis celdas. No obstante, una de las mayores ventajas de la batería LFP está en su gran seguridad.

El sector del automóvil está, poco a poco, acogiendo las baterías LFP en sus nuevos coches eléctricos por todos los motivos anteriormente descritos. A lo largo del tiempo, los vehículos eléctricos con este tipo de batería de ion-litio perderá menos autonomía que los coches eléctricos que utilizan baterías de iones de litio con otro tipo de química. Y esto también reduce los costes de mantenimiento, a largo plazo, de los vehículos eléctricos. Además, también reducen de manera notable el impacto mediambiental.