Vanguardista y tecnológico, el Sportage PHEV lidera las posibilidades de electrificación del modelo
La nueva generación del Kia Sportage presenta unas credenciales espectaculares. Diseñado y desarrollado específicamente para los mercados europeos, ofrece una elevada dinámica de conducción y en su oferta debutan variantes híbridas e híbridas enchufables. El Sportage PHEV reúne toda la tecnología necesaria para disfrutar, en un único vehículo, de un gran rendimiento y de una eficiencia sobresaliente.
El Sportage PHEV combina un motor de gasolina 1.6 T-GDI de 1,6 litros de 180 CV con un eléctrico de 91 CV. La potencia total es de 265 CV, suficientes para lograr notable capacidad de aceleración. Esta versión del SUV coreano cuenta con una caja de cambios automática de seis velocidades que ofrece elevada rapidez en las transiciones.
La batería de iones de litio y polímero tiene una capacidad de 13,8 kWh, suficientes para recorrer hasta 70 kilómetros sin contaminar. En condiciones reales de uso supera sin problemas los 50 km y se cubren así muchos de los trayectos que, por estadística, realizan la mayoría de conductores. Esta autonomía en modo eléctrico le permite tener la etiqueta 0 Emisiones de la DGT. La disponibilidad de tracción a las cuatro ruedas AWD incrementa la versatilidad, ya que permite abandonar el asfalto con gran solvencia y afrontar terrenos de escasa adherencia con mayor seguridad.
El puesto de conducción está digitalizado
Para adaptar el rendimiento del vehículo a diferentes necesidades, el conductor puede escoger entre tres modos de gestión de la energía. El modo HEV híbrido utiliza ambos motores, mientras el modo EV recurre al motor eléctrico. Otro apartado destacado es la seguridad, con disponibilidad de una serie de tecnologías como detector de vehículos en ángulo muerto, alerta por tráfico cruzado, reconocimiento de señales o frenada automática de emergencia.
Kia ha logrado una imagen atrevida, enérgica y espectacular. Las refinadas líneas de su carrocería no pasan desapercibidas y el nuevo lenguaje de diseño es otro de los grandes argumentos para convencer a los potenciales compradores de un vehículo de este segmento.
El habitáculo muestra un estilo contemporáneo y un espacio orientado al conductor. Una exploración visual y de tacto permite comprobar el enorme salto de calidad existente en los materiales, que envuelven una pantalla curva integrada en el centro del salpicadero y que con sus 12,3 pulgadas permite controlar las funciones de conectividad, funcionalidad y usabilidad.
Los asientos delanteros ofrecen una buena sujeción lateral
El Sportage cuenta con detalles muy prácticos en su interior. Por ejemplo, pulsando un botón se pliegan los posavasos de la consola central y cuenta también con un compartimento de carga inalámbrica de alta velocidad para smartphones. La posición de conducción es óptima, con unos asientos que cuentan con múltiples regulaciones y que recogen bien la espalda. Kia ha logrado un espacio interior sobresaliente y este Sportage destaca por sus buenas cotas de espacio para las piernas y para la cabeza.
También convence el espacio de maletero, provisto de unos notables 540 litros (VDA) de capacidad inicial. Puede incrementarse de forma rápida y sencilla: tirando de una palanca se abaten los asientos traseros –en proporción 40/20/40– y así se eleva el volumen útil hasta los 1.780 litros.
La recarga por corriente alterna (7,2 kW) requiere de unas 2 horas y 15 minutos. Con un enchufe doméstico convencional, esta operación se completa en unas 5 horas y 30 minutos.
El diseño del Sportage resulta atractivo tanto en su parte frontal como trasera
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