Ecología Social. Contradicciones de la energía verde: Argentina invierte en proyectos extractivos para enfrentar la crisis - Resumen Latinoamericano

2022-09-03 03:31:11 By : Ms. carlen shu

Fernanda Paixão, Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano, 21 de agosto de 2022.

Foto: Fernández con una batería de litio en la tecnológica estatal Y-Tec.

Hidrógeno verde, litio, gas y petróleo son las grandes apuestas del Gobierno para atraer capital extranjero

El presidente argentino, Alberto Fernández , visitó la primera planta piloto de baterías de litio del país en La Plata el martes (16). El proyecto se enmarca en una apuesta por el desarrollo científico y tecnológico para la diversificación de la matriz energética, por un lado, y la exportación, por otro.

“El valor del litio es muy diferente si se exporta solo como mineral que como batería”, dijo Fernández durante la visita a la nueva fábrica, al señalar que Argentina tiene la segunda reserva de litio más grande del mundo. del precio del litio».

El proyecto forma parte de una serie de inversiones que viene realizando el país en energías renovables y mejor aprovechamiento de sus recursos, en un contexto de fuerte crisis económica. Julio registró la mayor variación mensual de inflación del año, con un aumento de precios de 7,4%.

En este sentido, Argentina busca diversificar su matriz exportadora y de generación de divisas, actualmente concentrada en las agroexportaciones. Este objetivo se persigue con la ampliación de la capacidad productiva y tecnológica para explorar fuentes energéticas contaminantes como el petróleo, el gas y los minerales, así como proyectos más alineados con la transición energética. Este escenario incluye también el trigo transgénico desarrollado en el país , aprobado en siete países para su comercialización mundial.

Es el caso de la extracción y producción de litio e hidrógeno verde, cuya regulación está en trámite para iniciar actividades.

“Desde hace mucho tiempo, pero sobre todo luego del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018, la Argentina busca producir divisas y, en ese sentido, los proyectos extractivos han entrado con toda su fuerza”, señala Jonatan Nuñez. , historiador y miembro del Grupo de Estudios sobre Geopolítica y Bienes Comunes de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Ambientalistas y sectores de la sociedad que se oponen a este tipo de proyectos advierten sobre los impactos inmediatos en los lugares donde se realizan actividades extractivas. Este es el caso de la exploración Vaca Muerta en la Patagonia, la cuarta mayor reserva de petróleo no convencional y la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo.

“Las necesidades energéticas internas de Argentina se cubren con el gas que se extrae de Vaca Muerta a través del fracking o fracturación hidráulica”, destaca Núñez. “Los precios de los hidrocarburos aumentaron con la guerra en Ucrania y, según expertos en geopolítica del gas y el petróleo, no se estabilizarán en los próximos tres años. La zona ya comenzó a tener consecuencias diarias. Cerca de la capital neuquina, los sismos se registraron que no ocurrían antes del inicio de la actividad del fracking en la región”, dice.

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Si bien el activismo ambiental y el activismo de las propias comunidades locales es persistente e incluso logra frenar algunos de estos proyectos, estos avanzan desde una perspectiva nacionalista y desarrollista, mientras se abren las puertas a las multinacionales y al capital extranjero.

“Hay empresas alemanas, americanas y francesas cuyos países de origen tienen una legislación avanzada en materia de protección ambiental, y donde no aplican determinadas técnicas, pero las aplican en Sudamérica y África”, dice Núñez. “Son países que brindan los pasos con menor valor agregado y, por lo tanto, utilizan el discurso desarrollista, como el implementado en Argentina”.

Como mineral esencial para la producción de baterías para dispositivos eléctricos, el litio está en el centro de la transición energética en términos de movilidad y transporte eléctrico. Por ello, la inversión en litio ha aumentado notablemente en Argentina en los últimos años.

La construcción de la usina en La Plata contó con una inversión de 770 millones de pesos (cerca de R$ 29 millones) del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la universidad pública nacional de La Plata y Y-Tec, empresa de tecnología propiedad de YPF, en su mayoría Empresa petrolera estatal argentina.

También hubo crecientes anuncios de inversión extranjera para la construcción de fábricas y aumento de la producción de litio, con capitales franceses, chinos y estadounidenses. Es el caso de la francesa Eramet y la siderúrgica china Tsingshan, que anunciaron una inversión de US$ 400 millones para una planta de litio en la provincia de Salta. La minera china Zijin Mining Group destinará US$ 380 millones a una planta de carbonato de litio en Catamarca.

Argentina, Bolivia y Chile cuentan con cerca del 60% de las reservas mundiales de litio, formando el llamado Triángulo del Litio. Los tres países abrieron discusiones para decisiones horizontales sobre el mineral con el Foro Permanente de Diálogo Técnico sobre Innovación, Desarrollo Tecnológico y Agregación de Valor al Litio en junio de este año. El foro es promovido por la División de Recursos Naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

México y Brasil, con menores reservas, también están invirtiendo en exploración de litio.

Parte del avance tecnológico apunta a proyectos de energías renovables, como la extracción y producción de baterías de litio, e hidrógeno verde. Durante la COP26, en 2021, la minera australiana Fortescue anunció una inversión de US$ 8.400 millones en Argentina hasta 2028 para un proyecto de producción de hidrógeno verde, en el sur del país, en Río Negro.

Hidrógeno verde: ¿combustible del futuro?

El hidrógeno es un elemento químico abundante en la naturaleza, pero para ser utilizado como combustible, debe separarse de la molécula de agua. Cuando se obtiene de forma tradicional, con gas natural, su producción es altamente emisora ​​de dióxido de carbono (CO2); El hidrógeno verde se extrae con electricidad generada por energías renovables, como la eólica o los paneles solares.

Por eso se le llama el “combustible del futuro”, como dijo el propio presidente Alberto Fernández durante la COP26 en Glasgow.

El hidrógeno verde es especialmente útil para el transporte pesado, como camiones, aviones y barcos, y para las industrias química, de calefacción y siderúrgica.

Multinacionales mirando al sur global

El desarrollo de tales proyectos depende y busca capital extranjero. La entrada de multinacionales en los territorios del sur global que guardan recursos de interés del norte global ilustra un escenario de sujeción al capital, pues se eluden normas que establecen la necesidad de consultar a la población, especialmente a la local, sobre la explotación de los mismos. territorios. .

“Con todos estos proyectos de minería, litio e hidrógeno verde, que involucran empresas chinas, norteamericanas y otras, lo que está haciendo Argentina es contribuir a la transición energética de estos países”, enfatiza el biólogo y filósofo argentino Guillermo Folguera. “Además, es necesario cuestionar la magnitud de esta transición. Las discusiones sobre el cambio a vehículos con batería de litio no incluyen una perspectiva estructural”, dice.

“Claro que los gases de efecto invernadero están mostrando el nivel irreversible de daño a nuestro planeta, pero veo claramente una estructura epistémica: la idea de construir la crisis climática como un problema global del que saldremos con el sacrificio de algunas comunidades. «, él dice.

Efectivamente, estas áreas tienen un nombre en contextos de extractivismo y diferentes formas de explotación, y se denominan “zonas de sacrificio” .

Jonatan Nuñez, quien ha investigado la capa del presal en Brasil, destaca los posibles paralelismos en términos de exploración de territorios en América Latina siguiendo los ciclos políticos de la región.

“En 2010, una ley en Brasil otorgó a Petrobras facultades para explorar el presal y las concesiones a terceros se regían por cláusulas muy estrictas. Argentina, también en un ciclo político que sigue a Brasil y otros países de la región en este momento, expropia [nacionaliza] YPF en 2012, también con el objetivo de explotar soberanamente a Vaca Muerta”.

“En 2016, con la destitución de Dilma [Rousseff], días después se cambió la ley petrolera. En el mismo año, con la toma de posesión de Mauricio Macri, también se modificaron una serie de reglamentos para la exploración. La primera etapa de desarrollo fue preparada por el estado o semiestatales y, a partir de 2016, fue notable el aumento de la presencia de empresas multinacionales”, dice el historiador, al señalar que, en el caso de Brasil, la presencia mayoritaria fue de la británica Shell.

La complejidad de la discusión abre, entonces, interrogantes sobre el posible sometimiento económico y territorial del sur global a la extracción de los llamados recursos naturales, pues el contexto global ya anuncia poco margen para continuar con la explotación de la naturaleza.

“Nos metimos en una discusión rara en la que la dicotomía pasa a ser ‘empresa nacional o internacional’, en que las multinacionales son malas, pero celebramos la explotación de las empresas nacionales”, apunta Guillermo Folguera. “Todo un lío que pasa por alto el punto más importante, que es: ¿para qué? ¿Por qué la Argentina va a exportar trigo HB4, por ejemplo, transgénico? ¿Por qué sería una buena noticia? El discurso desarrollista busca naturalizar y silenciar estos temas”, él dice. 

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